miércoles, enero 21, 2009


Mónica Angelino.


Mónica Angelino es una poeta argentina de la que he conocido su trabajo hace unas semanas, creo que su voz refleja con una fina sensibilidad lo que acontece en su interior, extremo que podéis comprobar en estos poemas que os ofrezco.

Si deseáis saber más de Mónica, su blog esta en mi lista.




Hacia abajo
Estoy aquí
la voz afónica

ahogada en las gotas

de mi sudor agrio

mi ovario único

mis óvulos errantes

Mi condenado grito

braquial mi tos de pucho

mi estallido pulmonar

la cabeza sumergida

más acá de la muerte.



Así como

mar
que ha perdido
su gaviota

en el abecedario
las letras
de mi nombre
busco


He perdido la medida de tu presencia
desperté en la sed de otros

un cansancio de agua
camina en las arterias.


Solo estadística

Tan pequeñito
la tos
le hace enrojecer los ojos
el pecho es un tractor que camina lento
en la frente:
el fuego de la injusticia
junto a él
parado
un guardapolvo blanco
las manos clavadas en el bolsillo
crispados los puños
aprietan la impotencia
quisiera desabrocharse el tórax
y sangrar todas las lágrimas
el hombre está cansado
hay poco personal
escasos insumos
tanta insensibilidad

ahora

el niño ya no se queja
en el pecho
el tractor no hace ruido
sus manos frías
sus pupilas
-como la indiferencia
de los que en vano prometen-
están dilatadas

el hombre
aún ahí
parado
otra esperanza
mira


Mónica Angelino

4 comentarios:

Ana María Espinosa dijo...

Un poema que se engancha a la memoria Mónica.
Gracias Antonio por traernos la palabra de esta poeta.

Miguel Ángel García González dijo...

Uno de esos poemas que no puedes dejar de leer, tiene un ritmo que te atrapa

Julio Obeso González dijo...

Firmo lo que dice Ana en cuanto a Mónica y Antonio. Realmente la casualidad cuando provoca encuentros como este, se vuelve privilegio.
Contacté con Mónica de esa manera, buscando una imagen para el blog de "Cien autores contra el maltrato" Desde el primer momento su disposición y ese calor tan especial que la acompaña, me atrapó. Tenerla hoy en nuestro círculo de amigos, sin duda, es algo enriquecedor.
Julio

Antonio Martínez i Ferrer dijo...

Mis queridos amigos, en verdad Mónica es sorprendente, su lectura, de seguro, nos deparará momentos agradables en la poesía.

Un abrazo, Antonio.