lunes, diciembre 31, 2012

Voces y miradas, 2012.



Voces y miradas

Hoy día 31 de diciembre de este 2012 deseo hacer balance de la andadura de este blog,

83824 visitas en este año 
lo que da
229 visitas al día de media 
con picos de 300 visitas diarias.

Como veis los datos son aceptablemente buenos y por ello he de agradecer a todos los amigos que diariamente lo siguen y con mayor efusión a los buenos amigos y mejores poetas que menciono a continuación, a quienes agradezco la aportación de sus poemas que día a día se asoman a esta ventana de la conciencia crítica.

MATIAS ESCALERA CORDERO,
ANTONIO CRESPO MASSIEU,
ALBERTO GARCÍA-TERESA, JESUS BONILLA,
ENRIQUE  FALCON,  DAVID GONZALEZ,
VIKTOR GOMEZ, VICENT CAMPS, ARTURO BORRA,
LAURA GIORDANI, ANTONIO ORIHUELA,
ELADIO ORTA, JOSÉ GARES CRESPO,
ANA PEREZ CAÑAMARES, ANGEL CALLE,
JULIO OBESO, PATRICIO RASCÓN, BEGOÑA ABAD,
MIGUEL ANGEL GARCIA, UBERTO STABILE,
DAVID FRANCO MONTIEL, IVO MALDONADO,
ISABEL PÉREZ MONTALBAN, PEDRO VERDEJO,
DAVID BENEDICTE y MIGUEL ANGEL CURIEL.

A todos deseo un año 2013 cargado del espíritu de rebeldía para hacer frente a la cruenta agresión del poder capitalista que día a día agranda la diferencia entre los ricos y el resto del pueblo, llevando a la miseria a millones de seres humanos y destrozando las condiciones de vida en este planeta, ante la agresión incontrolada contra el medio ambiente, por su afán depredador de acumular riquezas y poder.

Que la palabra siga siendo
un arma revolucionaria en el 2013.

Un fraternal abrazo poético.
Antonio Martínez i Ferrer





domingo, diciembre 30, 2012

Antonio Crespo Massieu




Escena Tahitiana Pastoral: Eugène Henri Paul Gauguin



Orilla del tiempo
Antonio Crespo Massieu


POEMA OROPÉNDOLA (CON PERRO FIEL)   PARA RENÉ CHAR

Habitaba la noche y avanzaba
río arriba buscando siempre
la tierra el destino arcilloso
de la carne sin abdicar la luz
ni el grito ni el espanto.
Nuestro.
Hermanado entre la mies
en la hiriente vigilia como
un grito de amor entre viñedos.

Sabía. Había conocido
el naufragio de fuego y ceniza
las ruinas la herida abierta
del inocente cascadas muertas
río abajo la oración petrificada
en las aldeas de Luberon.

Vio la luz infinita  de la persistencia
el  círculo de la vela  ya rescoldo
de sentido relámpago de exactitud 
terca y tersa fidelidad a la noche.

Conoció la asombrosa vigilia del perro
como la única certeza del delirio
piedad de orejas tiesas sin sonrisa
jadeante inmóvil como ojo abierto
a la esperanza del despertar.

Amó la tierra como un dios distraído
ofrecido al sol pedestal roto entre
los pedregales paraje inexcusable
morada ardiente viento de escarcha.

Sonreía como un dios
bajo el sol de Provenza

Y rescató un día oropéndolas
y palabras de dorado plumaje
acompañaron en su vuelo
la vigilia del insomne
Y engañó el poeta al pájaro de la vida
y salieron por el aire con el negro pico
rezumando leche satisfechas y libres.

Así
con las alas doradas de la noche
todo se restaura
bajo el sol de julio en la Provenza.
Como si volar
fuera una palabra o un gesto.

Y nos requiere lo inexplicable
como una deuda sin certeza
ni consuelo.
Nos espera en la rama
Como palabra o vuelo
o silencio.

Como una oropéndola satisfecha
volando bajo el cielo de Provenza. 

  

sábado, diciembre 29, 2012

David Benedicte




Composición con fondo azul :Oscar Dominguez


David Benedicte

MARY CHRISTMAS

TE redescubriré ayer,
    mi dulce Mary Christmas,
    en un verso sucio, oblicuo,
    desesperanzado.

Seré como uno de esos soles que,
    chincheteados en mitad del cielo
    por una brisa niñaniño,
    sinalefan sus resacas amarillas,
    arcada tras arcada
    y al borde menos borde
    de un sádico estrambote.

Lo siento.
    Lo siento mucho.
    Maté, por desamor,
    al payaso del McDonald’s.
    A partir de entonces soy yo
    yo, yo mismo quien engorda
    a mis lunáticos mocosos.
    Entusiastas, maleducados.
    Rosas, grises. Envenenados
    por culpa de un McMenú malva.

Oh, Mary Christmas, mi amada:
    habitaré en tus entrañas,
    omnipresente e inopinado
    cual guisante
    en medio
    de una menestra
    de verduras
    mustias.

Creí en Ti,
    únicamente,
    Madre Redentora
    de todos mis pecados
    que son ramajes
    y nubes confundidos
    en ese rincón isósceles,
    triangulodelasbermudas,
    rosetón gótico e incandescente,
    que es tu se
    xo.

¡Oh, mi Mary!, ¡oh, mi Christmas!, ¡oh, mi ama!,
    ceñida a mi cintura,
    tus largos tacones me dejan llagas
    que no cicatrizan nunca.

Entretanto,
    fiera Mary Christmas,
    soberana, madame, señora,
    erudita en sadismo, yo te canto:
    Pasión. Dolor. Congoja,
    Eso es de lo que parto.

Adoro el dolor.
    Paladeo el dolor.
    Lo disfruto
    como una lengua
                    áspera
    que me lame el cuerpo.
    Otro golpe.
    Esta vez sí,
    noto una gota
    derramándose
    hasta mi boca.

Si tú,
    tan fiel a mí como a tu pintauñas,
    fueras de nuevo mi calvario,
    me estrangularías
    en un lavabo de porcelana
    con tus rulos puestos
    mientras yo,
    sí, yo mismo,
    sucumbiría calvo de tan serio;
    pero espero en vano,
    y, banal, sudo.

Hasta anoche te llamabas Mary Christmas
    y hoy eres Catástrofe de Masoquistas.

Tienes que dejar
    el pasado
    en el pasado.

Los inviernos
    te embellecen.

Oye una cosa
    terrible,
    Mary Christmas:
    en tres días seré fusilado
    por los latidos
    de tu látigo.

Yo mismo
    me lo he buscado

Morir, así,
    a los 40 años,
    ¡qué vergüenza!