La joven generación: Jan Toorop
Miguel Ángel Curiel
LUMINARIAS
Elige una ciudad para vivir, me dijo. No puedo contesté.
Todas me parecen iguales en este tiempo. Si a caso ser florentino muy lejos de
Florencia la eterna. Ser florentino a los pies de Tormantos, en Jaraíz. Ese
mundo de las ciudades pequeñas engrandecidas desde su corazón civil ha
desaparecido para siempre. Volver al campo nutridos con nuestro bagaje civil,
con nuestros ojos educados en la belleza. No volver a los bosques para retornar
a nuestra condición animal, sino para completar ese ciclo de humanidad. La
condición animal del hombre, la más primaria se da en nuestro tiempo dentro de
las ciudades y en la orbita de las ciudades. Las afueras como territorio
salvaje. En toda ciudad se podría llegar a cada punto a pie. Tardar en
atravesarla no más de una hora.
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