Del poemario Cicatrices
Sentado en unas alas
que no aprendieron a volar,
estalló el grito
y fui citado a la calle
de los pasos ausentes.
La mirada del costillar
se retuerce,
se extravía entre los huesos;
mientras
en la trastienda del libro,
las pinceladas
son de barro ácido.
Por eso es mejor
cerrar la boca
y hablar hacia dentro.
Y mientras,
la inmundicia del pensamiento
recorre las colonias del lodo.
¿Estallarán en el intestino
del sueño?
Presiento
que en la mañana
las orillas del tiempo
olvidarán
mi nombre.
Antonio Martínez i Ferrer
Sentado en unas alas
que no aprendieron a volar,
estalló el grito
y fui citado a la calle
de los pasos ausentes.
La mirada del costillar
se retuerce,
se extravía entre los huesos;
mientras
en la trastienda del libro,
las pinceladas
son de barro ácido.
Por eso es mejor
cerrar la boca
y hablar hacia dentro.
Y mientras,
la inmundicia del pensamiento
recorre las colonias del lodo.
¿Estallarán en el intestino
del sueño?
Presiento
que en la mañana
las orillas del tiempo
olvidarán
mi nombre.
Antonio Martínez i Ferrer
3 comentarios:
Polvo somos, sí, pero también palabra, pensamiento... Por eso tu nombre no quedará olvidado: la palabra transciende y pondrá alas en tus escritos. Serás recordado, no lo dudes.
Un abrazo
Esmeralda
Estimada Esmeralda, me conformo con ser leido de vez en cuando por personas sensibles com tu.
Saludos, Antonio.
Estimada Esmeralda, me conformo con ser leido de vez en cuando por personas sensibles com tu.
Saludos, Antonio.
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