Galatea de las esferas. Dalí
José Garés habla del amor, pero mas bien parece que habla de muchos amores de un continente de amores, de amores entre amores y de amores soñando amores. Su pasión es el vértigo al borde de un volcán que arroja ... rosas negras, naufragios, metáforas imposibles, y olas sin brújula sobre nubes blancas ... A.M.F.
DERIVADAS DE LA TEORIA TRIANGULAR DEL AMOR.
Vengo del mar, porque todavía nos une la envoltura
y el empuje de sus olas me recuerda el tacto de tus pechos.
Pero no de un mar, no... hablo de nuestro mar, del único,
en el que tantos dioses han sido vulnerados por el tiempo
y miles de naufragios de soles reposan en brazos de la luna
como suspiros azules perdidos en los senderos de la vida.
Qué quieres...¡¡, me seduce el reflejo del mar en tus ojos,
inquietos como la vida, profundos como un largo desaliento.
Eres rosa negra, sirena amarilla, rojo delfín, mujer sagrario,
pero me puede la frescura de tu vientre, el rango de tu sueño.
Acepto compartir tus muslos con los astros, arriar pasiones,
y aunque sé que eres la turbación de la brújula celosa,
no puedo renunciar a ser hijo del sol, de la nube blanca,
de la siembra, del sudor, del agua, del deseo y la osadía.
Contigo sucedió lo inimaginable y abortamos lo inevitable,
somos la metáfora del absoluto, el espacio del disturbio,
y me importa, no el rayo silente, sino tú cuando lo miras.
José Garés Crespo
José Garés habla del amor, pero mas bien parece que habla de muchos amores de un continente de amores, de amores entre amores y de amores soñando amores. Su pasión es el vértigo al borde de un volcán que arroja ... rosas negras, naufragios, metáforas imposibles, y olas sin brújula sobre nubes blancas ... A.M.F.
DERIVADAS DE LA TEORIA TRIANGULAR DEL AMOR.
Vengo del mar, porque todavía nos une la envoltura
y el empuje de sus olas me recuerda el tacto de tus pechos.
Pero no de un mar, no... hablo de nuestro mar, del único,
en el que tantos dioses han sido vulnerados por el tiempo
y miles de naufragios de soles reposan en brazos de la luna
como suspiros azules perdidos en los senderos de la vida.
Qué quieres...¡¡, me seduce el reflejo del mar en tus ojos,
inquietos como la vida, profundos como un largo desaliento.
Eres rosa negra, sirena amarilla, rojo delfín, mujer sagrario,
pero me puede la frescura de tu vientre, el rango de tu sueño.
Acepto compartir tus muslos con los astros, arriar pasiones,
y aunque sé que eres la turbación de la brújula celosa,
no puedo renunciar a ser hijo del sol, de la nube blanca,
de la siembra, del sudor, del agua, del deseo y la osadía.
Contigo sucedió lo inimaginable y abortamos lo inevitable,
somos la metáfora del absoluto, el espacio del disturbio,
y me importa, no el rayo silente, sino tú cuando lo miras.
José Garés Crespo
1 comentario:
Me recuerda a Ovidio, a El Arte de Amar.
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