Incorporar en mi blog la voz de Laura Giordani es la sensación de que este espacio se llena de una belleza poco común.
La ternura del mensaje, a trabes de la hermosura y el ritmo de su bien decir nos transporta a un universo de sentimientos y emociones profundas que convierten el pulso en un estallido de emociones.
La ternura del mensaje, a trabes de la hermosura y el ritmo de su bien decir nos transporta a un universo de sentimientos y emociones profundas que convierten el pulso en un estallido de emociones.
Antonio Martínez i Ferrer.
Escribir invocando no el fin
sino el trueno
para no callar, no callarte,
porque la palabra encalla en este tiempo,
desmayada llega en un bostezo,
como si todos los vientos del mundo
se hubiesen detenido
o ya no hubiera agua tan honda
como tu caída.
Decirte niño con material de derribo,
extenuado:
¿Qué arena tiembla
para alzar la casa?
¿Qué sangre empuja la mano
en esta pulseada a muerte con la nada
que es tu poema?
Laura Giordani.
Escribir invocando no el fin
sino el trueno
para no callar, no callarte,
porque la palabra encalla en este tiempo,
desmayada llega en un bostezo,
como si todos los vientos del mundo
se hubiesen detenido
o ya no hubiera agua tan honda
como tu caída.
Decirte niño con material de derribo,
extenuado:
¿Qué arena tiembla
para alzar la casa?
¿Qué sangre empuja la mano
en esta pulseada a muerte con la nada
que es tu poema?
Laura Giordani.
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