“”La
aldea y yo. Marc Chagall
La medida de mi madre
Begoña Abad
A Antonio
Orihuela
He sacudido mi saco de dormir
acudido al super de las ideas
y cargado el carro con ellas.
Nada importante,
alguna ultracongelada, semiconserva,
semicongeladas pocas, la verdad,
no llegarían muy lejos con el calor
de tanta bomba y tanto misil.
Las frescas, las muy frescas,
las he consumido de inmediato
para que no pierdan poder sus vitaminas.
Afortunadamente sigue habiendo,
frente a las grandes superficies,
pequeños colmados cerca de mi vida.
Me hace sonreír el que han abierto,
debajo justo de mis pies,
“Las voces del extremo”*, se llama,
curioso, extraño ¿no es verdad?
Las Voces del Extremo,
encuentro de poetas en
Moguer.
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