martes, julio 24, 2012

Golpes


Búsqueda del infinito: Jacinta Gil Roncales


ENRIQUE FALCÓN
AMONAL
Y OTROS POEMAS


GÉNOVA EN JULIO

Las sirenas del cinturón te alargan las manos
a que bajes, empujada, a espantar a las visitas.
Las sirenas del cinturón leen por tus palabras
que no has dicho todavía lo que ha de pasarnos.
Las sirenas del cinturón desbocan a los hombres
y les abren las camisas y los dejan heridos.
Las sirenas del cinturón, sus llamadas de trapo,
nos sacan de las casas a bailar locamente.
Un último respiro—
Las sirenas del cinturón te alargan los dedos
y los vuelven infinitos en su pozal con estrellas
( : el portal donde sola tan luego te descubren,
luto frío adentro, sobre el charco del barro).
Y es entonces la carga, la
fiera escondida del tercer callejón
la que vuelca en nuestras caras las compuertas
                                  de madera,
—precipitan nuestros ojos a favor de la pared—
comienza
la carga, la / deflagración
íntima del grupo / los
antidisturbios (así como llegaron) / :
te vuelven, empujada, por encima de la tierra
va tu sangre coja por encima del suelo.


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