Arearea: Paul Gauguín
JULIO
OBESO
Aquella pequeña
lástima
que gira sobre
sí misma,
sobre su misma
sombra
y recostada
humedece
sus lastimeras
patas;
aún siendo una
de las más
pequeñas lástimas,
necesita refrescar
el ojo,
deshacerse,
desdecirse
y cuando el sol
no castigue
salir de caza,
ser la hembra
alfa
en la triste
manada.
Aquella pequeña
lástima,
que ocupa el
lugar
de los primeros
en el río
y devora las
vísceras más tiernas,
tiene en la
genética
un zarpazo
irrenunciable:
Celar la luz y
el cielo,
que los felices,
merodean.
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