lunes, julio 02, 2012

Encrucijada


Hombre en una encrucijada: Diego Rivera


Material de derribo
José Garés Crespo


THE HOUSE OF THE RISING SUN
«El llanto de los funerales se mezcla
con el llanto del recién nacido».
Tito Lucrecio Caro


Roto el pacto del Sinaí, perdidas
las noches de Rokha (¿dónde estabas, Neruda?),
cómo encontrar la frontera entre sus muros
y nuestras manos, si Caravaggio miraba
y Pink Floyd dormía el caligrama de los sueños.
Muchos años caminando y, aún hoy,
nos perdemos en su bosque
y nos quedamos absortos en sus ventanas,
nos ciegan sus excesos,
sus miles de espejos sucios
Tan humanos fuimos.
Con sus destellos, cuántos mundos huían
de los que fuimos puertas.
Y ahora, no sabemos qué posada,
qué descanso ofrecían,
en qué estancia pudimos ser huéspedes.
Aún así, después de tantas lunas,
qué extraño, saber de la soledad
que compartimos tantos,
para llegar a la meta sin atender al camino,
tratando de subvertir el presente
y acomodarlo al sendero que nos llevó
de ser héroes a terminar como víctimas.
Hay días que nacemos únicos,
tan solos que nos asustan
los largos descubiertos que adornan
nuestra corta historia y nos aventamos,
solemnes, como la mies en la era,
desenfadados, como un obradoiro desierto,
como la corteza de la miel del clan.
Cuando la luz se apague y la ciudad caiga,
volverán áureas bandas
y los vientos del sur nos llevarán
a los tres caminos con una sola puerta.


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