martes, mayo 17, 2011

Jo Sketching at the beatch: Edward Hopper


La alambrada de mi boca

Ana Pérez Cañamares


A tu página en blanco, hija,

no supe mirarla

como quien ve un amanecer:

quieto, curioso, expectante

resignado a no intervenir

a dejar los días y los ríos

seguir su curso

sin interpretarlos.


Llené tus silencios

de sentido y palabras.


Utilicé tu boceto

para terminar mi propio cuadro.

A ti te dejé las esquinas.


Esta impresión mía

de equivocarme

esta culpa con la que te peino

te levanto

te lavo la cara

es el último y mayor

de mis vicios.


Sin los vicios viejos

ya no se mueven los engranajes.


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