La torre de las noches y los días:
Chema Cobo
José Garés Crespo
LABERINTO
(Textos poéticos): Edicions La Solana, 2014
Fragmento
…Nos olvidamos de las pocas
creencias que todavía sobrevivían y organizamos las ideas que resultaron de
tantas vigilias en las que, más allá de la palabra, fueron tus manos y tu mirada
las depositarias de la buena nueva. Iconoclastas, vanidosos y temerarios,
ganamos la paz y perdimos la guerra, o puede que fuese al contrario, qué más
da. Ahora, a caballo de la plasticidad indefinida de las necesidades humanas,
también titubean el hambre de pan, la cadencia del golpe y se ha fundido el
horizonte. El nuestro quedó delimitado por un mar calmo y verde, un cielo rojo
agobiante, unas tierras ocres de ricas montañas grises y desnudas, apenas
algunas ráfagas de azul en los amaneceres y de verde agazapado. Sucedía en
Agosto. Voces, muchas voces de cariño, esperanzas para no morir y gritos de
alarma frente a los graznidos. Y hambre del vigía. El tiempo y el necesario
odio nos hicieron vendaval, también lagartos. Temprano prendimos el guiño de la
muerte. Alguna canción, unos versos centenarios fruto de cuando mi pueblo
cantaba y con unas niñas sobrantes del deseo de los elegantes, forjaba el
contrapunto. Algunos viejos, el hambre de libertad y Marx hicieron el resto…
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