miércoles, noviembre 26, 2014

José Garés Crespo




La torre de las noches y los días:

Chema Cobo


José Garés Crespo

LABERINTO
(Textos poéticos): Edicions La Solana, 2014

Fragmento

…Nos olvidamos de las pocas creencias que todavía sobrevivían y organizamos las ideas que resultaron de tantas vigilias en las que, más allá de la palabra, fueron tus manos y tu mirada las depositarias de la buena nueva. Iconoclastas, vanidosos y temerarios, ganamos la paz y perdimos la guerra, o puede que fuese al contrario, qué más da. Ahora, a caballo de la plasticidad indefinida de las necesidades humanas, también titubean el hambre de pan, la cadencia del golpe y se ha fundido el horizonte. El nuestro quedó delimitado por un mar calmo y verde, un cielo rojo agobiante, unas tierras ocres de ricas montañas grises y desnudas, apenas algunas ráfagas de azul en los amaneceres y de verde agazapado. Sucedía en Agosto. Voces, muchas voces de cariño, esperanzas para no morir y gritos de alarma frente a los graznidos. Y hambre del vigía. El tiempo y el necesario odio nos hicieron vendaval, también lagartos. Temprano prendimos el guiño de la muerte. Alguna canción, unos versos centenarios fruto de cuando mi pueblo cantaba y con unas niñas sobrantes del deseo de los elegantes, forjaba el contrapunto. Algunos viejos, el hambre de libertad y Marx hicieron el resto…




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