viernes, noviembre 14, 2014

Antonio Crespo Massieu



 ©Bertil Nilsson





Antonio Crespo Massieu


ELEGÍA  EN  PORTBOU



A Yago Crespo Morales,
para que viva
el cumplimiento de la esperanza.


como si por todos los ríos del tiempo invertida su corriente ascendiera el mar, y así por los afluentes y más arriba aún apozara su sal en los embalses, subiera por cada arroyo hasta los lagos y entrando de nuevo el agua a su roca original comenzase la nieve, tuviera otra oportunidad el mundo, otro amor cada labio en los jardines, otra indecisión la decisión de quien inventó la espada, del que trazó los territorios y la pedregosa arruga, la retahíla de los pobres y los pueblos, el borceguí y los pies descalzos, como si una ciudad no fuese siempre otra ciudad donde uno ha vivido, un lugar donde ha sufrido aunque nunca ha estado, un país cuya lengua no hablo pero es el mío.
JUAN CARLOS MESTRE


(fragmento de… Sobre la mar su canto y ausencia)

…Transita el pájaro con su vuelo
de una a otra esfera,
de tierra a cielo, de palabra a música,
de tacto a mirada, de cercanía a horizonte:
ángel tan nuestro, tan cotidiano,
palpitante mensajero de dos mundos,
(dos esferas que crearon y cierran mundo)
y es él que canta, que canta sin cesar,
que no sabe vivir sin cantar,
que no sabe volar sin cantar,
es él como el canto: palabra que asciende
en música (entonces desciende, envuelve)
permanece siempre (imprevista, nueva, fugaz y eterna,
a saltos escondida, encendida en la distancia)

como el pájaro o ángel que palpita en las manos del niño
y este alimenta con migas pequeñas, mojadas en leche,
(como poeta engañando las aves,
alentando migraciones, sueños, esperanza
trazando mapas, reclamos, nidos para el refugio y el
                                                                      consuelo)
y siente entonces la carne como pálpito herido,
ángel alicortado y tembloroso que acaricia
e impulsa hacia lo alto como canto que se pierde
en horizonte y siempre vuelve
para que descanse la mirada y las cosas ocupen sitio:
densa transparencia, una gravidez opaca y limpia
que tierra y cielo limitan,
lo sucedido una y una y otra y otra vez,
el milagro consumado, lo que se cumple al alba
y de nuevo en la noche,
el horizonte que siempre regresa,
como pájaro que desciende, picotea, vuela
o tierra, música o palabra que en cielo envuelve…







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