domingo, marzo 16, 2014

Begoña Abad



Gyuri Lohmuller

Begoña Abad

Lo sublime de lo cotidiano

Me han regalado dos poemas
en la esquina de un sobre
en un azul templado.
Debajo de una puerta
se han colado descarados y alegres,
como adolescentes.
He empezado la mañana
buscando entre las páginas de un libro,
el aliento dorado de unos versos.
Hoy, cuando camine al pluriempleo,
me pisará seguro, el invierno,
que han anunciado que llega,
justo a la hora en la que cruzo el parque
(dicen que nevará a los ochocientos).
Por la tarde me abrirá las puertas
la hilera silenciosa de butacas
que, al fin,
visitaré para encontrarme.
Puede que entre medio ocurra algo sencillo.



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