Jonas
Burgert©- Spieler (190×180 cm)
Antonio Orihuela
la ecología del capitalismo:
conocer para depredar
-un artículo en versos-
TOCADOS, HUNDIDOS
Marx cría polvo
y a Walt Disney le
han cambiado el frigorífico por uno
en el que quepa todo el primer mundo.
El cofre del muerto huele como una suite del
Palace
y la libertad se imprime de PRISA en PRENSA
ESPAÑOLA.
El compromiso tiró su anillo al agua cuando
vio a los cocodrilos llorando
y hoy es un tiburón inmobiliario buscando
metros libres
en primera línea de playa.
La gente no quiere derechos sino
influencias,
chanchullo y trapisonda antes que mérito.
Autoritarismo, paternalismo, regalismo,
clientelismo y,
si es posible, antes que libertad,
vivir muerta de miedo.
La gente se mata por negocio, por estorbo o
porque sí
y lo que no está prohibido es privilegio de
unos pocos.
El neoliberalismo se extiende, entre
aplausos, con la lógica del cáncer
y el planeta está a punto de arder.
La energía es azul, el desarrollo sostenible,
la gasolina verde
y la tecnología la hija que se sienta a la
diestra del becerro de oro.
África, Sudamérica, Asía... ¡Tiren de la
cadena, por favor!
y no olvide rociar el retrete con perfume
L’EAU de VERDADES OFICIALES.
Qué queda, qué queda...
MUROS, cada vez más
MUROS.
Cada vez más canas
y menos razones.
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