Hombre y mujer: Jackson Pollock
Material de derribo
José Garés Crespo
ET VOILÀ... LA PITONISA
EN BOMARZO
«Se me fue el corazón con una mujer
porque le gusta el olor
de cebada que mi pueblo tiene».
Sin-ichi Isikaua
Algunas
veces, con lo que sobra al regreso de tus noches
y tus años,
construyo inducidas obediencias
estrelladas
de celos, pitonisa.
Recuerdo
nuestros amores robados, en sombras.
Tú que eras
la luz, la orilla y la vuelta,
qué bien
fintaste cuando llegó el olvido,
hasta
fermentar los mitos y crujir los hábitos.
Sin velas ni
remos, el suave carmen de tus sueños,
las
indecentes prácticas veladas, tu magisterio
y el
inefable dorso de tu muslo, fueron mi derrota,
Abdique ante
el irreverente manantial
de tus ojos,
anillos de espinas, y me llevaban
del suburbio
a la arena, del sortilegio al oráculo.
Sí, ven
ahora, y deslízate, como el amaranto de tu falda
sobre el
alomado paisaje de tu cuerpo.
Ya verás, un
día de estos despertaremos
con el fuego
apagado, que no muerto,
y durmiendo
sobre el amor.
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