Mujer acurrucada con niño: Pablo Ruiz Picasso
Materia Oscura
Laura Giordani
Esta palabra deberá volverse contra sí misma,
malherirse en la aspereza
de las lenguas, hacerse topo,
niño, cobrar tu estatura,
volverse raquítica,
lesa, abrir aún más sus vocales
para recibir de lleno la indigencia.
Esta palabra deberá aprender a desaparecer,
volverse transparente y
diáfana como vientre
para decir el desplome inaudible de tus bosques,
la alegría maltratada de los patios,
tu primavera que viene
con las rodillas lastimadas.
Decir cómo tiembla la hierba
1 comentario:
Antonio,
Decir como tiembla la hierba
al no ser pisada
por esas
diminutas huellas
que nonatas
pasaron a la tierra.
La falta de niños
la vida llena de tristeza.
Como me han conmovido tus versos, lastimeros y certeros. Cada vez hay menos niños, y muchos de los que nacen mueren antes de crecer, mueren porque se les niega la alegría de la niñez.
Besos,
Ann@ Genovés
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