viernes, marzo 30, 2012

niños

Mujer acurrucada con niño: Pablo Ruiz Picasso


Materia Oscura

Laura Giordani


Esta palabra deberá volverse contra sí misma,

malherirse en la aspereza

de las lenguas, hacerse topo,

niño, cobrar tu estatura,

volverse raquítica,

lesa, abrir aún más sus vocales

para recibir de lleno la indigencia.


Esta palabra deberá aprender a desaparecer,

volverse transparente y

diáfana como vientre

para decir el desplome inaudible de tus bosques,

la alegría maltratada de los patios,

tu primavera que viene

con las rodillas lastimadas.


Decir cómo tiembla la hierba


1 comentario:

Anna Genovés dijo...

Antonio,

Decir como tiembla la hierba
al no ser pisada
por esas
diminutas huellas
que nonatas
pasaron a la tierra.
La falta de niños
la vida llena de tristeza.

Como me han conmovido tus versos, lastimeros y certeros. Cada vez hay menos niños, y muchos de los que nacen mueren antes de crecer, mueren porque se les niega la alegría de la niñez.

Besos,

Ann@ Genovés