La mirada: Nicolás Passarella
Miguel Ángel Curiel
LUMINARIAS
Un pintor de ojos, sólo de ojos, entonces un pintor de miradas. ¿Y que recoge la mirada sino extensiones, y belleza, lo feo? El que mira espacios se expande. Se lanza a la luz, y recoge dentro lo que mira. Se ensancha hasta que el yo desaparece en casi toda su totalidad. Dentro de los ojos va entrando el sueño del mundo, la luz del mundo. Un pintor sólo de ojos, nada más que de ojos cerrados. Un escritor de silencios abiertos en las palabras cerradas. Pero el mayor espacio que he conocido es el de la hoja en blanco. Cuanto se achica entonces. Con las palabras se achica. Un pequeño valle misterioso, lleno de sombras. Un valle pequeñito, un espacio pequeño y vulnerable donde solo se puede ahondar y hacer pozos de lenguaje. Más que escritor se consideraba zahorí. Es la hoja en blanco el mayor espacio que conoce. Las palabras buscan agua y el agua palabras. Y era un pintor de ojos cerrados.
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