Bailando en la cuerda floja: Julio Gómez de Biedma
OVEJAS ESQUILADAS,
QUE TEMBLABAN DE FRÍO
GSÚS BONILLA
DE RATONES Y HOMBRES O LOS LUNES AL SOL
desde aquí
puedo definir el tamaño del desastre.
la cantidad de colores
y la frecuencia con la que estallaron:
la explosión de la fábrica de juguetes
—a tomar por culo la chistera
y las palomas traga-sapos—
la varita de hacer magia
es ahora una culebra que engulló
la adolescencia de la cabeza al rabo.
la sangre en los bolsillos del primer hostión en bici
y el pañuelo
que tenía abuela entre las tetas
que alivió mis rodillas y calmó tanto llanto
sobrevuela todavía esta atalaya.
por haches o por ¿ves?
siempre llega el momento en el que se dobla la esquina
te encuentras de patas inmerso
en equivocados pasos de futuro
pero la mierda no alcanza el cuello, por ahora
sólo llega hasta las corvas.
los ratoncillos
tratados con el fármaco: aplícate el cuento
comimos menos y bajamos peso,
por el contrario
los animales que recibieron palmaditas en estado puro
engordaron hasta la náusea.
siguieron dirigiéndonos y moviendo nuestros hilos.
se supone
que estuvimos a tiempo
para estar a la altura del besamanos
y la genuflexión.
que a nadie le sorprenda
si cada lunes tuvimos un héroe: medallas de oro, copas,
primeros puestos, éxitos, fama
y aplausos;
cada lunes estuvimos salvados.
cada lunes
afrontamos la difícil misión
de ir solventando retos: los olvidados,
los esclavizados,
los moribundos,
los hambrientos,
los pordioseros y un extenso etcétera...es más
sin excluir
a los perdedores
e incluso -------- a los que amanecen
simplemente por el intento de vivir,
eso sí, felices y conscientes
de que los ángeles de la guarda
hicieron bien su trabajo
.
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