La Cárcel, Javier Clavo.
LO MIRES POR DONDE LO MIRES
Comunicas con tu familia
dos veces a la semana:
los martes y los jueves,
en un locutorio
con un cristal de por medio.
Apenas son unos minutos
en cada comunicación:
unos veinte o por ahí,
pero puedes estar seguro
de que nunca te vas a comunicar
tanto
con tus padres,
sobre todo con tu padre,
como en el transcurso
de estas visitas.
SEAMOS REALISTAS
en este sitio
nadie cuenta
estrellas
por la noche.
David González
Del libro:
El demonio te coma las orejas.
1 comentario:
Menos mal que nos queda la poesía, que se eleva por encima de las cárceles.
Escribir puede ser volar (acabo de leerlo).
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