lunes, febrero 23, 2009


Del poemario Efectos secundarios


Jueves 17

Siento la carga
de mi voz cansada.

Hoguera
agazapada
tras un poema silencioso.


Sábado 19

El viento de la fogata
levanta el vuelo.

Voces de agua
me cuentan palabras
de otro sueño.

Mis manos sienten
un vacío tembloroso.


Viernes 25

Un nuevo empeño paralizador se mueve en mi interior, las rodillas se pierden en la inercia y piden prudencia al paso.

Si tuviese que mover
la pluma, de seguro
que no hubiese escrito
estas líneas.

prepararé la siembra,
con poemas de los amigos
que me acompañan en silencio.

Antonio Martínez i Ferrer

2 comentarios:

Julio Obeso González dijo...

Hay en la imaginación una suerte sanadora. Escribimos recetas y viajamos al tuétano del miedo, allí donde otros jamás bajarían, sin más equipo que una brújula alucinada y el convencimiento de una finitud inmanejable.
Desde que leí "El rumor del patio" supe que me adentraba en un mundo difícil. El poeta que avisa desde el primer verso: "Siento la carga de mi voz cansada"; no miente. Trabaja en los límites del error, allí donde la verdad se esconde, donde el dolor se automedica y los amigos agradecen el silencio compartido.
Hoy mismo me pondré en contacto con Miguel para pedirle tu libro. Un fuerte abrazo Antonio.
Julio
PD.
(Ya entregué una copia de tu libro a mi amigo el editor)

Antonio Martínez i Ferrer dijo...

Mi querido Julio, es bonito saber que siempre hay un amigo más allá de las palabras para darnos el calor de la proximidad.

Un abrazo, Antonio.