Samy Charmine
GSÚS BONILLA
OVEJAS ESQUILADAS,
QUE TEMBLABAN DE FRÍO
COMO UN DIOS
puedes usar el
corazón de precipicio,
y de latidos
las ganas de
saltar;
en ocasiones
un traje de
cemento
es lo más ligero
para llevar de equipaje,
claro que, aunque
todo esté perdido
siempre queda
ropa impoluta
y sin arrugas
que al menos
servirá en la mortaja
sin embargo,
siempre fui... o
mejor dicho, yo
soy más
de levantarme en
las caídas
y resucitar
en los terceros
días.
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