Tommy Ingberg© – Never Mind
José Garés Crespo
Material de derribo
Otra noche más, Joyce
«El día conjura
los dioses blancos de las tinieblas»
Leopold S.
Senghor
Aún no era tiempo
de que cada cual
despertase del sueño.
Anochecía,
y asistimos a la
boda de Brueghel.
Hubo que vivir
con el alma puesta,
gatear por los
besos, beber llantos,
mirar al
horizonte, trufar risas,
confundirnos con
el paisaje gris.
Nos mecimos en la
dádiva opuesta
del burdel
milenario, macerados
como los hijos de
la tierra prometida.
Cada cual se
descarrió como pudo
tratando de
desvencijar los sueños,
sin saber qué nos
hizo singulares.
Tuvimos miedo de
la angustia anónima,
vagabundos por
tus alrededores,
y cabalgamos al
genio de la umbría
hasta encontrar
el límite, el delirio,
los cantes de
levante, los lamentos fenicios.
Tú nos desvelaste
que lo que mata
no es saberlo, es
no poder modificarlo.
Así, pues, qué
más da vivir en la sombra
si nunca
resucitaremos y hasta la duda perece
en estos tiempos
de inquietudes,
perdida la trama
de la vida con la muerte.
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