Reflexión: Porta
Missé
Miguel Ángel Curiel
LUMINARIAS
Pongo un telegrama. “Ojo de buey. Lo que por el veo es el agua.
Ventana para recordar el futuro”
Ya no se ponen telegramas, ya no se sufre exactamente por amor. Ya
no hay afiladores ni zahories. No hay nada a lo que agarrarse verdaderamente.
Los puentes son un ejercicio de cálculo y fuerzas, y no un proyecto poético. ¿Y
los poetas? No saben cargar con la culpa del mundo. Se han vuelto profundamente
narcisistas. Su mirada ya no sirve para indagar en la oscuridad. Tampoco
filósofos en busca del paradigma. Se han crecido en el lenguaje. Lenguaje sin
lengua.
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