Alexander Fedosov © – Nymph
BEGOÑA ABAD
La medida de mi madre
¿Qué
deseas?, me habló el desierto
de
candentes arenas.
“Ver
el rostro del amado junto al mío”,
respondí
sin voz.
Un
invisible dedo dibujó
en
las dunas naranja,
un
único rostro,
el
rostro doliente de toda la humanidad.
Supe
entonces que la ola era el mar.
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