domingo, enero 27, 2013

Begoña Abad






Meditación sobre el arpa: Salvador Dali


Begoña Abad
LA MEDIDA DE MI MADRE

GILANEH

Me voy encorvando hacia la tierra
y sin embargo mantengo la mirada
hacia un cielo siempre negado.

Arrastro mis pies entre el polvo
y sin embargo me sigo descalzando
antes de pisar el suelo que tú pisas.

Me duelen las entrañas de mirarte
y sin embargo mis ojos te buscan
como la única belleza posible
en una tierra de nadie,
en una vida sin nombre,
en un desesperado intento
de que, al menos a ti,
no te llegue el invierno al alma.




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