jueves, octubre 04, 2012

Isabel Pérez Montalbán



Soledad. El eco antropomórfico: Salvador Dali






CARTAS DE AMOR DE UN COMUNISTA

Isabel Pérez Montalbán

CONTRA LA DESMEMORIA
Y LA INDIFERENCIA POLÍTICAS


LAICISMO

Queriendo despertar pronto
y buscar bajo la cama,
encuentras llorando a tu hermana
y a tus zapatos viejos y rotos.
Pablo Milanés. El Día de Reyes

En la isla, los mosquitos y el sudor
me mordían el cuerpo.
A veces yo temblaba como el niño
que nunca conociste.
De rodillas, distante y quieto frente
al Cristo asesinado del altar,
fingía estar rezando una oración.
La madre imploraba en silencio
por la felicidad de la familia,
que nada malo o triste nos dañara a los suyos.
Yo tan sólo advertía el perfil de una niña,
como una virgen móvil y cercana,
su milagrosa presencia de bucles.
Ese niño subiendo a los aleros
de la anarquía, donde habitan
los vencejos y las cigüeñas.
Ese niño negó al anciano patriarca
que ilustraba las páginas del nuevo catecismo.
No podía existir quien me hurtaba la paz,
el tacto colegial de aquella virgen,
el que hacía llorar con golpes a mi madre,
el que enfermaba a mis hermanos.
Ahora te confiaré todo:
la música de alarma y el paso de las cruces
por las lianas de muchas religiones.

Hay corrupción, apariciones y revuelo
                      en democracia. Año 1992.


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