domingo, diciembre 11, 2011

...tal vez...

Boceto para el mural, el impulso del hombre:

José Vela Zanetti


José Garés Crespo

MATERIAL DE DERRIBO


À TOUT JAMAIS, HEBERTO PADILLA

Todo es prodigio, por añadidura

Jorge Guillén


Ahora que titubear podría considerarse una derrota,

desde la luz de la sombra, me reitero vivo,

mecido por el moreno vaivén de sus pechos,

macerado por las urgencias urdidas en la trinchera.

Digo, pues, que la falsa concordia nacida de la paz

es el eslabón final, que languidece, azul claro,

susurrando espacios donde sumamos verbos,

nidos que se disuelven, enajenadas violetas.

Ay, Heberto, desde la esquina de la historia,

pavonean polvos viejos, plumas y cantos rodados,

conformando el remanso fin de trayecto.

Ni jauría de seducciones, ni gaviotas negras,

solo tardes bordadas, espacios de aurora de lino,

como si descansara el vigía, durmiese el agravio

y la complicidad del salmo, con la carencia,

nos abocase al silencio. Un canal de risas.

Vivir desde la trashumancia. Luz a la Luz,

como si el final estuviera en el principio

y nunca más lo sólido se desvaneciese en el aire.

El deshielo nos dejó desnudos y sin historia,

había que detener el torrente sin maldecir la lluvia,

y entre tanta mugre ordenar el nuevo caos,

la periferia construida del círculo de tiza.

Tal vez no supimos que lo necesario

no era lo conveniente, y tan solo fuimos

héroes inadvertidos, suaves como algas, a veces,

y también inflexibles y duros como el diamante

Demasiadas renuncias para superar la pena, amigo


1 comentario:

J.Garés Crespo dijo...

Muchas gracias, Antonio. Es increible cuando oyes un poema tuyo en otra voz, la de sentimientos y matices que te descubre y que jamás pensaste que tuviese.
Un abrazo, amigo.