lunes, abril 18, 2011

Soledad: Edward Hopper


La alambrada de mi boca

Ana Pérez Cañamares


VEINTE DE NOVIEMBRE


Te fuiste a morir en la misma fecha

que aquel que te había jodido la vida;

nada personal por su parte:

te la jodió a ti como a tantos otros.


En el momento me pareció una coincidencia

con más mala leche que otra cosa:

una ironía fúnebre

una carcajada de la calavera.


Pero luego pensé que tú reirías la última

que noviembre sería el mes de las madres

que guardan la ternura y la dignidad

en un cofre rodeado de pinos y regatos;

no el mes de los que se van entre tubos

ajenos a la muerte como estuvieron ajenos a la vida

y que yacen incorruptos admirando

la solidez del mármol.


Una última cosa, madre:

sé por ti que hay ideas que atentan contra el corazón.


Dicho de otro modo:

tener corazón no permite tener ciertas ideas.


Y ninguna otra vida

ninguna otra muerte

me convencerá de lo contrario.

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