David González
EL DEMONIO TE COMA LAS OREJAS
UNA LLAMADA TELEFÓNICA
Tenía el teléfono
al alcance de la mano,
solo era descolgarlo
y marcar el número de casa.
Diría:
¿Mamá?
…
Sí, yo, David,
¿quién iba a ser si no a estas horas?
…
¿A ti qué te parece?
¿Cómo quieres que me encuentre
estando aquí dentro?
…
Oye, que tengo poco tiempo,
escúchame, es para decirte
que no vengas el jueves a verme.
…
No, tranquila,
no me ha pasado nada,
solo que mañana a las ocho
me llevan de conducción
para Galicia.
…
Sí, de la mañana.
…
No, ¿cuándo querías que te avisara?
No me lo dijeron
hasta hoy por la mañana.
…
Ya, pero resulta que me avisaron
nada más salir de comunicar contigo,
esa fue la putada.
…
Sí, ya, ya lo sé,
son todos unos cabrones,
¿pero qué quieres que haga yo?
¿Te extraña?
A estas alturas ya tendrías
que saber como funcionan
las cosas aquí dentro, ¿o no?
…
Ya, vale, sí,
¿pero quieres callarte un momento
y prestarme atención?
Lo que quiero saber es si podéis venir
tú y papá a despedirme
y ya de paso me traéis
una bolsa con ropa limpia
y algo de dinero.
…
Está bien, pero tenéis que procurar
llegar un poco antes, no vaya a ser
que por cualquier historia
salgamos antes de lo previsto, ¿eh?
…
No, eso si que ya no lo sé,
ni idea, pero quién sabe,
a lo mejor les cogéis de buenas
y os dejan pasar
aunque solo sea un momento,
eso mejor se lo preguntáis al funcionario
que esté en la puerta,
a ver qué os dice él,
aunque no creo,
así que no te hagas demasiadas ilusiones.
…
Vale, sí, oye mamá,
ya tengo que colgar,
ya está la gente esta metiéndome prisa.
…
Sí, también yo mamá, ya lo sabes.
…
Oye, y que no me entere yo
que te pones a llorar, ¿eh?.
Bueno, anda, adiós, hasta mañana.
¡Ah! ¡Escucha! ¡No cuelgues! ¡Espera!
Me olvidaba de una cosa:
dale un beso a Belén de mi parte.
…
Dile que yo también.
Bueno, mamá, hasta mañana,
adiós, un beso.
Para hacer esa llamada telefónica
había que pedirle permiso
al Jefe de Servicios.
Estaba en el Centro, con los otros boqueras.
Le llamé a voces y con gestos desde la cancela.
Me vio y vino.
¿Qué le ocurre?
¿Qué quiere usted?
Verá, es que mañana por la mañana
me voy de cunda para Lugo
y en casa no saben nada,
así que si usted me dejara llamar por teléfono…
Ya tendría usted que saber
que para realizar una llamada telefónica
hay que solicitarlo por escrito
a la Junta de Régimen o al Director.
No, si eso ya lo sé, tiene usted razón,
pero es que me voy mañana
y ya no me da tiempo…
…
¡Pero, oiga! ¡Si solo será un minuto!
Solo llamar y decirle a mi madre
que me voy de cunda
y que no venga el jueves a comunicar.
Solo eso, no tardo ni un minuto…
…
Pero escuche, joder,
a usted que puede importarle
que llame o que no llame,
es solamente un minuto,
a usted no le va a pasar nada
y el teléfono está ahí mismo…
…
Espere, hombre, joder, no se vaya,
espere, escuche, atienda,
mi madre va a venir el jueves
y yo ya no voy a estar aquí
y va a hacer el viaje en balde
y encima se va a llevar un disgusto
y a usted nadie le va a decir nada
por dejarme llamar…
…
Venga, hostias, enróllese, que más le da,
si es que el teléfono está ahí mismo, joder…
¿Cómo tengo que explicárselo a usted?
¿Es que no me he explicado bien?
¿No me ha entendido?
¿Estoy hablando en chino?
No puedo autorizar esa llamada
y punto.
Además, para que se entere,
desde ese teléfono
no se puede hablar con la calle.
Solo tiene línea
con el interior de la cárcel.
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