LAURA GIORDANI
Escribir invocando no el fin
sino el trueno
para no callar, no callarte,
porque la palabra encalla en este tiempo,
desmayada llega en un bostezo
como si todos los vientos del mundo
se hubiesen detenido
o ya no hubiera agua tan honda
como tu caída.
Decirte niño con material de derribo,
extenuado.
¿Qué arena tiembla
para alzar la casa?
¿Qué sangre empuja la mano
en esta pulseada a muerte con la nada
que es tu poema?
1 comentario:
Muchas gracias querido Antonio por tu hospitalidad, por tu casa abierta.
Un abrazo fuerte,
Laura-
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