Whiter River a Sharon: Edward Hopper
La alambrada de mi boca
Ana Pérez Cañamares
AGUA DE LLUVIA
Mamá venía cantando por el pasillo a despertarme:
con los ojos aún cerrados yo olía la lluvia.
Mamá se alegraba
por todos las plantas, los huertos y los árboles
que recibían el agua
lejos
muy lejos
de nuestro bloque de diez pisos.
Mamá estaba viendo borbotear la fuente de su pueblo
desbordarse acequias y arroyos
a las viejas echarse el manto
por encima de la cabeza
y las hojas y ramas goteando
murmurando melodías que se colaban
en su casa triste
con muertos y sin radio.
Yo no entendía aquel refrán
que ella murmuraba de vuelta a la cocina:
agua de lluvia no quita riego.
Yo no sabía entonces
que las madres pueden ser
flores sedientas.
Poesía Norteamericana (119): Emma Sepúlveda:
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*EL ÚLTIMO REZO DE SEPTIEMBRE*
Retorcida en el suelo
me obligaste a rezar.
-Santificado sea tu nombre_
Afuera
las balas daban música de fondo
a los gr...
Hace 6 años
1 comentario:
Gracias, Antonio. Me encanta el cuadro. Un fuerte abrazo
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