…Un hombre a la sombra de otro hombre…
Esa búsqueda del yo, ese yo contradictorio y que nos obliga a armonizar todos los extremos, por los que andan nuestros pensamientos y nuestros actos. Julio Obeso abre su paleta reflexiva y nos ofrece su visión rica y sorprendente.
Dentro de mí hay otro yo
idéntico al que se pone moreno
al que espabila en los cruces,
al libertador de pájaros,
al apasionado ser que se eriza y tiembla
ante un desnudo.
Esa búsqueda del yo, ese yo contradictorio y que nos obliga a armonizar todos los extremos, por los que andan nuestros pensamientos y nuestros actos. Julio Obeso abre su paleta reflexiva y nos ofrece su visión rica y sorprendente.
Dentro de mí hay otro yo
idéntico al que se pone moreno
al que espabila en los cruces,
al libertador de pájaros,
al apasionado ser que se eriza y tiembla
ante un desnudo.
Dentro de mí,
como un –yo- de guardia
al que el sol no llega,
ni el ruido del tráfico llega,
y su mano no alcanza la jaula que abro.
como un –yo- de guardia
al que el sol no llega,
ni el ruido del tráfico llega,
y su mano no alcanza la jaula que abro.
Un hombre a la sombra de otro hombre
que todo lo daría
por estrenar su piel en un desnudo.
que todo lo daría
por estrenar su piel en un desnudo.
Así de semejantes.
Julio Obeso
Julio Obeso
1 comentario:
Llevo días sin pasar por los blogs y no había visto esta entrada. Los dos hombres que en mí habitan, te damos las gracias.
Un fuerte abrazo, Antonio.
Julio
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