lunes, septiembre 15, 2014

José Garés Crespo



 José Roosevelt


José Garés Crespo

Material de derribo

La aporía de Zenón y el llanto de Penélope

«Todo deseo verdadero esta desnudo
y con las manos vacías».
Harry Martinson

Amarilleaban los verdes –¿sería el otoño?–
y el laúd se cansó de acompañar cánticos
perdiéndose entre desnudas danzas.
Huyeron los vientos. Fueron noches largas
que se clausuraron a trallazos de luz.
El azar, rebelde, escogió nombres, gestos,
nosotros la rabia, la vergüenza y el llanto;
algunos, los más, la mirada perdida.
Pocos conocían que cualquier futuro necesita
saber contra quien madura, de quien huye.
Únicamente tu tiempo fluye en el círculo infinito.
Por entonces fue que establecimos reservas
y un atardecer nos procuramos alivios,
o tal vez deberíamos llamarles amor. No sé.
En cualquier caso, nubes preñadas de peces rojos
cerraban y abrían la luz, dormían la sombra,
volaban sobre un horizonte inestable y el mañana
se hizo invisible, como el mejor enemigo.
¿Sabes...?, en vano intento ahora recordar tus besos,
tan solo, si duermo, sé del sabor de los míos.
Qué pena mujer, y cuanta soledad nos queda por vivir.
Todavía crece y deambula por tus sueños,
el sol que se dormía en tus ojos, y al descuido
se traga el espacio y el dolor queda huérfano.
Solo los días nos sirven, aunque apenas son una señal,
como el paño sangrado de tu primera vez.



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