sábado, noviembre 02, 2013

Matías Escalera Cordero



La Conversación: Henri Emile Benoit Matisse



Matías Escalera Cordero

Pero no islas
poesía de un hombre corriente desilusionado


Infanticidio

Cállate hija
Ya lo sé: son doce horas

Ya sé que nuestros días van de la noche
A la noche (bien que lo sé: déjame que acabe este
            último cigarro)

No es preciso que me lo recuerdes con tu llanto

Cállate hija ya lo sé: doce horas pesan sobre el alma
De un niño (y sobre la de un hombre también: hija
            calla
calla) Lo sé bien

Lo sé bien pero déjame que apure este cigarro

No es mía toda la culpa

De que nuestros días vayan de la noche a la noche
Que sean en realidad la noche

Sólo hija esta calada: no llores más…

El último cigarro (no llores: hija lo sé)

Doce horas entre cuatro paredes y doce metros cuadrados
Y el aire viciado (y las sonrisas fenicias: cuando te repiten
            pero ya sabe los servicios extra se pagan extra)

No llores hija mira ya es la última
Quédate ahí
No te abalances contra el abismo (es sólo una escalera: lo sé)
El abismo

Ayer no tuve yo la culpa créeme fue la noche
Que me engulló y me atrajo hacia sí (literalmente me embebió: hija)

Me embebió hija no llores ha sido duro el día
Y la oscuridad nos ha tragado (una vez más: no te das cuenta)
                                                                             La noche
Otra vez

No te acerques al último peldaño te espera (nos espera)



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