Bosquecillo: Vicent Van Goth
Antonio Martínez i Ferrer
Desde la silenciosa humedad de las hojas mi mirada se puso en movimiento con deseos de apropiase de la belleza. Los aromas de la primera luz y la tierra húmeda cubierta de tallos almenados de flores, reflejaban las últimas gotas del rocío. El canto de los pájaros resuena entre las esculturas vacías, que forman la luz y las sombras entre el ramaje, senderos mágicos de temblores y recinto en donde la fragua de la vida se afana en persistir. Todo se revuelve ante mis ojos, que corrían inquietos entre el mar de verdes que nacía en aquel encantamiento de la luz. El entorno lleno de olores provocaban al respirar un estallido de sensaciones, mientras un océano de sonidos me envolvía en una fiesta interminable que me hizo pensar en esta fragilidad, siempre muriendo y naciendo, pero siempre esperando que tomes sus colores y músicas para cobijarlos en un instante.
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