El mundo lleno: Matías Sánchez
Arturo Borra
Sin resguardo
Ya no puedo correr a ningún resguardo/
ya no hay más que presidios
que no ocultan el miedo
que me fractura la espalda/ de frente
a este sitio donde la sed
duele en todos los rincones del hombre/
en cada región donde las manos esconden el oro
de la noche/ el abrazo ciego a los lamentos/
el aullido que repta en los cráneos
como un eco en un sótano que tiembla/
de rodillas
ante los disparos.
Me encarcela lo atroz: ningún amparo
puede preservar la belleza extinta/ todavía tibia/
llena de irradiaciones/ candores/ estupores
que retratan el rostro de los moribundos.
(Se los lleva el río púrpura que los arrastra hasta
sus bordes erosionados/ hasta la arena donde antes
corrían en torno al mismo robo de sentido/
a la captura repetida en los hornos del infierno
tan próximos/
tan propios de este baldío llamado
Tierra).
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