La guerra: Jackson Pollock
EN ESTE LUGAR
Antonio Crespo Massieu
HUBO UN TEMBLOR
"La Biblioteca Nacional de Irak fue asaltada y quemada la noche de domingo al lunes, y la Escuela de Estudios Islámicos ha sido saqueada y destrozada, en otro episodio del desorden y la violencia que reina enBagdad desde la caída del régimen. En la Biblioteca Nacional, situada en el barrio de Rusafa, han desaparecido más de un millón de libros quemadoso robados -,además de importantes archivos, microfilmes y fondos de documentos antiguos, como la primera revista en lengua persa editada en el mundo, un ejemplar de Al Zaura de 1869.
El País, martes 15 de abril de 2003.
I
Y la palabra se hizo arcilla
barro caña trigo polvo
urdido con el sudor de las manos
quemado por el sol abrasado
abrazado a la intemperie amasado
tablilla a la espera de roce
otra luz o misterio muesca
hendidura grieta incisión
mínimo signo que el mundo contiene
frágil materia que atraviesa
siglos alfabetos guerras.
Entonces
hubo un temblor
de permanencia sagrada
en el mundo.
Y la palabra se hizo árbol
honda raíz tierra humedecida
savia que fluye asciende
rugosa áspera corteza
temblor verdecido rama
sombra confundida con aire
asombro vertical del tiempo.
El pájaro habitó
la ingrávida espesura
y el canto iluminó el silencio
bullir de alas y ramas
misterio oculto del trino
milagro huida hacia la luz
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fugaz caricia con el aire.
Y él árbol fue
talado arrancado raíz
expuesta tronco perdido
secas ramas sin luz o pájaros o canto
Entonces
hubo un temblor
de ausencia irreparable
en el mundo.
Y la palabra se hizo ternero
mugido aliento ligeras
pezuñas trote hierba
ubre áspera lengua
Y llegó el cuchillo
la sangre derramada
el grito casi humano
ojos perdidos lengua inerte
el útero abierto el no nacido
(diminuto temblor la promesa)
de cuajo arrancado desgajado
abierto en canal invadido
de grasa placenta sangre.
Entonces
hubo un temblor
de ausencia irreparable
en el mundo.
II
Y la palabra vino
al árbol arcilla pájaro lengua
diminuto temblor del no nacido
y pobló el mundo
fue vida alimento mugido savia
infinita sucesión de vuelos o caídas
sueño ternura aliento
Todo canto era posible
el luminoso amanecer las sombras del bosque
el viento sin huella o la pesada carga
el arado el vino la ira el sueño
la sangre grito o espanto
y la caricia el roce inabarcable
Todo
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arcilla piel o árbol
se hizo pájaro
y fue dicho
incluso el silencio
la pausa lo impronunciable
el espacio en blanco del aliento
la espera de Dios el vacío de su ausencia.
Habitamos así
de pronto casi de improviso
como por azar o misterio
un bosque de palabras
lo inabarcable la vida
multiplicada en anaqueles
signos muescas letras
supurando vida sangre esperma
leche savia mugido y vuelo.
Era
la casa del ser
tan infinita incomprensible como
la vida misma.
Era
mundo
espacio habitado
tierra cultivada.
Era el mundo.
También le dimos nombre
y llamamos biblioteca a nuestra morada
dijimos
está bien que esta sea nuestra casa
espacio de la mujer la vaca el niño
el hombre el insecto la tierra el árbol
tejido trenzado de la vida
fuego y luz de la memoria
por los siglos de los siglos.
Entonces
hubo un temblor
de permanencia sagrada
en el mundo.
III
Ahora
Arde el bosque de palabras
De nuevo en la plaza
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los inocentes son quemados
piel corteza pluma palabra
ahora pavesas cenizas
savia negra grito de dolor
ternero descuajado niño
árbol arcilla o temblor sin brazos
mirada ausente del pájaro de la luz
entre ruinas preguntas
tizón de piel
ternero no nacido niño no vivido
Regresa
la tala del tiempo
arde el mundo
la casa de palabras encendidas
es brasa fuego destrucción hojas secas
perdidas taladas robadas
Olvido del ser
huida del tiempo
ablación de la memoria.
Ahora
arde el mundo
Este
fuego
esta insensata destrucción
sucede
ahora
en el instante mismo
en que un soldado del Imperio
mira indiferente
apenas percibe el olor a carne quemada
acuciado por el deseo y la nostalgia piensa
en su novia
y en desfilar entre vítores música y serpentinas
en su añorado pueblo allá en el lejano estado de Ohio.
Entonces
ahora
hubo
hay
un temblor de ausencia
irreparable
en el mundo
Poesía Norteamericana (119): Emma Sepúlveda:
-
*EL ÚLTIMO REZO DE SEPTIEMBRE*
Retorcida en el suelo
me obligaste a rezar.
-Santificado sea tu nombre_
Afuera
las balas daban música de fondo
a los gr...
Hace 6 años
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