miércoles, marzo 04, 2009


Pie de foto: Matías Escalera


De la mano de Matías Escalera, hoy despierto a correr entre árboles con raíces de voz, a perderme en las palabras del grito y desde la noche de las ausencias alargar la mano hacia la esquina-lágrima, para salir al horizonte de los encuentros con quien, como yo, tiembla ante una mirada triste.



Sufrimiento es mi nombre (versión tercera)

Sufrirás lo indecible: le gritaron
Ven

Sufrimiento es mi nombre (y el de mi raza: así –pues– no iré)

Ven (lo lamentarás…)

Sufrimiento es mi pasado y mi presente (tal vez también
el futuro
y lamento: mas quién sabe)

Ven (descansarás…)

Cada espino que recorre mis venas
Cada lágrima ácida y blanquecina (y los bosques
y los trayectos
que queman mi rostro)
Cada esputo que trago
Cada sable (en realidad: cada mirada) Que atraviesa mi corazón
Sagrado
De virgen puta: son mi descanso (y los bosques
y las orillas de los ríos)

Oh los bosques

Cada molécula de oxígeno que quema mi garganta
Cada átomo de Universo que me corresponde (sin remedio)

Todo (también mi nombre: y no ser nada) es lamento
Sufrimiento
Desconsuelo: oh los bosques y las orillas de los ríos…

Los bosques laberintos del desconsuelo (reparación de los sufrientes)

Y las orillas para morir

Matías Escalera.

2 comentarios:

Mónica Angelino dijo...

Es un gran poema, sin dudas, un gran poema.Me ha conmovido.
Saludos.
Mónica

Matias dijo...

Que el poema te haya conmovido, Mónica, quiere decir que ha cumplido su misión: literalmente, con-mover; esto es, mover a la común acción contra el dolor causado.
Un abrazo (da gusto tener lectores como tú)
Matías Escalera