Pie de foto, David González con un mimo.

Del poemario El demonio te coma las orejas.

Comentar poemas de David González es arrastrarme a zarpazos por los límites del sufrimiento, reconocer en sus versos la fragilidad de nuestra existencia y cuan desnudos estamos ante situaciones de persecución, represión o carcel. Los versos de Bukowski que David introduce en cabecera del poemario definen su universo existencial y así nos llama a que sepamos vivir desde y para la utopía. Y yo también en este lado de la cárcel paseo demasiadas veces, vacío, con la vista puesta en las baldosas, 48…. 49…, 50...



CHARLES BUKOWSKI
Escribo para gente que no tiene
otro sitio donde caerse muerta
que la superficie de un poema.


EL DEMONIO TE COMA LAS OREJAS
Estás hablando
con el retrato
de tu chorba.
Tienes que levantar
mucho la voz
para que ella
pueda oírte:
el Chao
acaba de abrirse las venas
con una hoja de afeitar
y está chillando
y pegando coces
en la puerta cerrada.
Tu novia cierra los ojos.
Le gustaría también
tener manos
para taparse los oídos.


EL RESTO DEL CAMINO
a veces ocurre:
me quedo parado
en mitad del pasillo,
mirando fijamente
las baldosas del suelo,
sin reconocerlas,
ni reconocer en ellas
los
pasos
perdidos.
48
49

David González