miércoles, marzo 25, 2009


Arturo Borra discurre a trabes de un profundo lirismo los espacios filosóficos de la vida, ese sobrevenir de los instantes y los vacíos que se suceden invariablemente sin dejar huellas visibles, sentenciando con inequívoca convicción, …Ni el asombro rescata el instante / en su exilio…

Luz nocturna

Las horas en las manos
se caen. Que la luz nocturna
lo perciba no lo evita. El derrame
es pérdida pronto
y la pérdida
no deja más que
huellas ilegibles.

Ni el asombro rescata el instante
en su exilio. Los deseos se amotinan
contra el tiempo –pero ellos mismos son tiempo.
Por eso regresan a los árboles, vuelan en la lluvia,
son pájaros arrebatados que resisten
al disparo del día.

Arturo Borra

2 comentarios:

Arturo Borra dijo...

Gracias querido Antonio por colgar este poema de sombra, que no se resigna.
Dicho sea de paso, ¿vas mañana a la presentación?
Un abrazo,
Arturo

Laura Giordani dijo...

Querido Antonio:

A pesar de la cercanía, no conocía este poema de Arturo.

Ha sido un gusto leerlo aquí, otro testimonio de cuántas modulaciones alcanza su voz, capaz de abismarse en regiones íntimas, próximas, como de saltar a los otros y al mundo con sus relieves hirientes.

Te dejo un abrazo, Antonio.

Laura.