Decepción: Salvador Soria
LA MEDIDA DE MI MADRE
Begoña
Abad
JUSTICIA
Una cansada,
cansadísima palabra,
se arrastró por el
suelo,
llena de barro, de
llanto,
muerta de sed y de
hambre,
agotada de tanta
bota que la ha pisado.
Apareció en medio
de la reunión
de apacibles
humanos que bebían cerveza,
cerca del grupo
que rezaba alguna letanía,
camino del lugar
donde se hacen las leyes,
a mi lado justo, terriblemente cerca.
Se balanceó a
punto de levantarse,
alzó los brazos pidiendo ayuda,
nos miró a los
ojos en agonía,
quiso hacerse
sonora
pero era demasiado
pesada
para este tiempo
donde se lleva lo ligth
y se desparramó
con sus vísceras al aire
sin decoro, dando
aquel triste espectáculo
de letras sin
sentido,
como un
rompecabezas herido
que nadie quiso
recomponer...
ciajusti juciatis
tujicia
ju
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