Peregrino de la revolución.
Hemos andado y desandado
caminos de tierra y adoquinados
nos hemos mezclado con el fuego del asfalto
nos hemos llamado, hablado y gritado
entre oleadas
de miradas
en la calle y en las fábricas
…
también hemos andado
casi a solas
envueltos solamente en el eco de nuestra
propia voz.
Con el puño en alto
en la claridad
y en la oscuridad,
en todas las trincheras.
Hemos sido de todo
aprendices y maestros,
en el asalto y en la huida
o en el vuelo de octavillas
preñadas de consignas
e incontables huelgas revolucionarias
sin contar las tomas de todos los palacios
de invierno.
Hemos estudiado, organizado
y ejecutado revoluciones
en tiempos distintos
y con discursos diferentes.
…
Creo que nada nos quedó por hacer.
Ya veis,
pensábamos
que el capitalismo sería vencido
y el socialismo llenaría
nuestras vidas.
Pero
hoy
perdidos
derrotas
aburguesados,
desarmados
y humillados,
con nuestros pensadores
tan aturdidos y perdidos como
nosotros
entre interminables y “sesudos” análisis,
vosotros
nos habéis devuelto la luz
nos habéis regalado el 15 de mayo
con nuevos pensamiento y otras formas
de unidad.
El oleaje de nuevas consignas
y nuevas formas de lucha
nos trae
una nueva esperanza.
Mis palabras me parecen arrugadas
o un grito cansado por los años y las derrotas,
ante el avance de un nuevo pensamiento
o el uso de nuevas herramientas y esta
nueva mirada,
y esas asambleas sin caudillos ni amos y el
renovado único fin
de acabar con la explotación del hombre por
el hombre
¡ cómo, es cosa vuestra!...
.
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