jueves, enero 13, 2011

MAPUCHE

Años de miedo: Roberto Matta
(Chile)


Ivo Maldonado
(Chile)

Oda al pueblo mapuche

Vemos con dolor como la tecnología despedaza
a los hombres de apellidos de pájaros y nubes
Le robamos sus ojos para que no vieran desaparecer
sus ríos entre edificios y represas
Le contamos una historia triste y decadente
Le hablamos de dioses que desde un sillón
firmaban decretos para exhibirlos en museos
de plasticinas
(Somos cómplices de todo esto)
Mientras las noticias le roban sus palabras
en atentados muchas veces hechos por mercenarios
que viajan en primera clase;
Las aves de rapiña viven en mansiones con piscina
y su gran preocupación es la variación del dólar
sus hijos buscan novias en fiestas donde
la desgracia e ignorancia los mira de frente
y tienen sexo entre bocinas y alarmas
de barcos oxidados.

3 comentarios:

João A. Quadrado dijo...

Grande, esta Ode...

na retina fica de entre todo o poema

"a los hombres de apellidos de pájaros y nubes"


Obrigado pela partilha!


Leonardo B.

Manuel Márquez dijo...

Hoy volví a casa después de andar por el mundo durante toda la mañana, me cambié de ropas, me fui a la parcela en cuyas escrituras aparezco como propietario, pero, en verdad te digo, soy yo el que le pertenezco, la tierra no tiene dueños. Me puse a segar con la guadaña. La fresca hierba me regalo sus aromas mientras los pájaros, mi perro y mis gatos, que tampoco son míos, me acompañaban en la siega. Luego me senté en una piedra mientras me degustaba una mandarina, todo era silencio, volví a entender, de nuevo, que todo estaba ahí, pegado a la tierra, lo demás está sólo es cosa de humanos...
Un abrazo, compañero. Sabes que en el sur tenéis a alguien, que de verdad, os quiere.
http://manuelmarquezrodriguez.blogspot.com/
http://www.youtube.com/user/sevillamanrique

Manuel Márquez dijo...

Tu amigo Manuel Márquez

Hoy volví a casa después de andar por el mundo durante toda la mañana, me cambié de ropas, me fui a la parcela en cuyas escrituras aparezco como propietario, pero, en verdad te digo, soy yo el que le pertenezco, la tierra no tiene dueños. Me puse a segar con la guadaña. La fresca hierba me regalo sus aromas mientras los pájaros, mi perro y mis gatos, que tampoco son míos, me acompañaban en la siega. Luego me senté en una piedra mientras me degustaba una mandarina, todo era silencio, volví a entender, de nuevo, que todo estaba ahí, pegado a la tierra, lo demás está sólo es cosa de humanos...
Un abrazo, compañero. Sabes que en el sur tenéis a alguien, que de verdad, os quiere.
http://manuelmarquezrodriguez.blogspot.com/
http://www.youtube.com/user/sevillamanrique