RECORDATORIO.

Antonio Martínez García

Antonio Martínez García
recuperandose de unas heridas de metralla.

RECONOCIMIENTO A LOS HOMBRES Y MUJERES

DEL PUEBLO,

ASESINADAS/OS POR LA CRIMINAL AGRESIÓN FASCISTA A

LA REPUBLICA ESPAÑOLA.

Hoy hace 71 años en que las hordas fascistas capitaneadas por el sangriento dictador franco asesinaron a mi padre Antonio Martínez García, joven socialista luchador en las trincheras de la República durante los tres años que duró la heroica resistencia del pueblo a las tropas fascistas Españolas, Italiana y Alemanas, así mismo deseo subrayar el ignominioso Pacto de no intervención de los países “democráticos” que nos negaron cobardemente la ayuda y que luego sufrieron en sus carnes su despreciable silencio y “neutralidad”.

El Comité de No Intervención, también conocido como Comité de Londres, fue una organización creada en 1936 a propuesta de Francia con el objetivo de verificar el grado de cumplimiento del Pacto de No Intervención, con el que se buscaba evitar la intervención extranjera en la Guerra Civil Española. A pesar de las sucesivas adhesiones de varios países, los compromisos adquiridos no fueron respetados por Alemania e Italia.

Alemania e Italia se sumaron al Pacto de No Intervención el 8 de agosto de 1936. Finalmente, hasta 27 países europeos, incluyendo la Unión Soviética, se adhirieron al pacto: Dinamarca, Bulgaria, Grecia, Alemania, Austria, Bélgica, Estonia, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Italia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, Suecia, Checoslovaquia, Turquía, Yugoslavia, Albania, Hungría, Irlanda, la URSS y Letonia.

Por el gobierno republicano, Julio Álvarez del Vayo, Ministro de Estado, se quejó en varias ocasiones de los incumplimientos del Pacto de No Intervención, exige la protección internacional y el 25 de septiembre solicita la intervención de la Sociedad de Naciones en España, el organismo internacional se desentiende del Gobierno de la República.

Este comité fue una farsa. perjudicó al Gobierno de España, y ayudó a los militares sublevados, que contaron desde el principio con el generoso apoyo del Eje fascista.

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Nada se oye

todo es silencio

y el ruido de los cerrojos

tocan a muerto.

Andrés Ortiz Morán – 31-10-1940

Prisión Celular de Valencia.