viernes, julio 01, 2011

La escalera: Fernand Léger


Miguel Ángel Curiel

LUMINARIAS

Remontan los peces las corrientes de agua. Desovan en las chorreras pedregosas de las fuentes de los ríos. Nosotros remontamos corrientes de espíritu. Depositamos palabras en los lugares sagrados de nuestra existencia. En una alameda antigua, en las fuentes del Tiétar, en los altos del

Piélago, en las atalayas de Cervera. Todo el paisaje y el espacio que entra en los ojos desde el Alto de San Vicente es lo que somos. Todo lo que quepa en la mirada fija. Los ciclos no tienen comienzo ni final, son ciclos. En cualquier momento del ciclo se comienza y se acaba. El ciclo gira hacia atrás, y nosotros dentro del ciclo hacia adelante . Lo vamos atravesando mientras el ciclo nos atraviesa. Un contra-girar. Para algunos el ciclo acaba en septiembre, para otros comienza en marzo. El ciclo nace y muere en todos los puntos a la vez. Cada día comienza nuevamente. Nosotros vamos en sentido contrario al ciclo, así le damos sentido, así nos alimentamos de destino, y nos atribuimos conciencia de ser. No comienza en primavera y acaba en otoño. No tiene dos puntos fijos, siempre se mueve, aunque nosotros estemos largo tiempo sentados en un sillón de enea frente a una gran ventana viendo nevar.


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