Angustia: Remedios Varó.
Antonio Martínez i Ferrer.
Me encontré temblando
en la ventana, sin horizonte.
La puerta
de entrar a las palabras
no conocía el abecedario;
los tonos hartos
vomitaban olvidos,
¡qué triste es
el libro del silencio!
Todos oyen las voces,
todos siguen rondando
las esquinas de la indiferencia,
mientras,
la brutalidad
establece sus turnos de vigilia
para eternizar el golpe.
Otra mujer queda olvidada
entre flores de hielo.
en la ventana, sin horizonte.
La puerta
de entrar a las palabras
no conocía el abecedario;
los tonos hartos
vomitaban olvidos,
¡qué triste es
el libro del silencio!
Todos oyen las voces,
todos siguen rondando
las esquinas de la indiferencia,
mientras,
la brutalidad
establece sus turnos de vigilia
para eternizar el golpe.
Otra mujer queda olvidada
entre flores de hielo.
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