
Plástica digital: Antonio Martínez
No, no es ésa la postura.
Sentado en el suelo
¿Puedes?
cógete las rodillas,
evita que rechinen los dientes,
domina el temblor y dibuja
esferas a punto de quebrarse
-como Moebius-
Lame el caparazón lentísimo
de la tortuga amada.
Siéntete gelatina,
cartílago recuperado al océano,
y calla
-no te insinúes al vacío-
Atragántate de risa
donde la encuentres,
en el hijo, en la muerte,
en la fotocopiadora:
¡Ríe, maldita sea!
Por las cortinas de humo,
porque nadie debe saberte:
Tú no debes saberte.
¿Puedes?
Estás solo.
Más solo cuanto más por piedad
su boca se incline.
Julio Obeso
del poemario: "Lo inmediato: El hombre",
Sentado en el suelo
¿Puedes?
cógete las rodillas,
evita que rechinen los dientes,
domina el temblor y dibuja
esferas a punto de quebrarse
-como Moebius-
Lame el caparazón lentísimo
de la tortuga amada.
Siéntete gelatina,
cartílago recuperado al océano,
y calla
-no te insinúes al vacío-
Atragántate de risa
donde la encuentres,
en el hijo, en la muerte,
en la fotocopiadora:
¡Ríe, maldita sea!
Por las cortinas de humo,
porque nadie debe saberte:
Tú no debes saberte.
¿Puedes?
Estás solo.
Más solo cuanto más por piedad
su boca se incline.
Julio Obeso
del poemario: "Lo inmediato: El hombre",