domingo, enero 22, 2012

naufragios

El espejo: Mario Retamar


José Gares Crespo


DERIVADAS DE LA TEORÍA TRIANGULAR DEL AMOR


«No tenemos nada que decirnos, de tal modo

estamos uno tan en el otro»
Pierre Louys


Vengo del mar, allí todavía nos une

su envoltura, y el empuje de sus olas
me recuerda el tacto de tus pechos.
Pero no de un mar, no... hablo de nuestro mar,
del único, en el que tantos dioses
han sido vulnerados por el tiempo
y miles de naufragios de soles reposan
en brazos de la luna,
como suspiros azules perdidos
en los senderos de la vida.
Qué quieres...¡ me seduce la quiebra del mar
en tus ojos, inquietos como la vida,
profundos, como un largo desaliento.
Eres solo fruto, sirena amarilla, rojo delfín,
mujer sagrario, pero me puede la frescura
de tu vientre y el rango de tu sueño.
Acepto compartir tus muslos con los astros,
arriar pasiones, y aunque sé que llegas
como la turbación de la brújula celosa,
no puedo renunciar a ser hijo del sol,
de la nube blanca, de la siembra,
del sudor, del agua, del deseo y la osadía.
Contigo somos la metáfora del absoluto,
el espacio del disturbio,
y me importa, no el rayo silente,
sino tú cuando lo miras.

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